La izquierda se expande con el Foro Social Mundial
Por: Alejandro Peña Esclusa (abril de 2006)
Paralelo al avance del Foro de Sao Paulo, la izquierda lanzó otra iniciativa para crecer internacionalmente: el Foro Social Mundial (FSM). Para tal fin, convocó a su primera reunión en la ciudad de Porto Alegre, Brasil, en enero de 2001.
De acuerdo a su declaración de principios, el objetivo del Foro Social Mundial es oponerse a «la globalización, al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital y por cualquier forma de imperialismo» (1). Sin embargo, aunque no lo exprese directamente, el Foro Social Mundial promueve otro tipo de globalización y de imperialismo, pero de signo socialista, vocablo que, en la práctica, disfraza su carácter comunista.
Esta tendencia se hizo evidente inmediatamente después de la sesión inaugural, puesto que los participantes realizaron una manifestación por el centro de Porto Alegre, enarbolando banderas con la hoz y el martillo, portando retratos de Lenin y gritando consignas en favor de Cuba comunista y de la guerrilla colombiana.
El Foro Social Mundial critica, con toda razón, la injusticia existente en el mundo y los aspectos negativos del capitalismo; pero a la vez promueve una serie de postulados marxistas, como la lucha de clases, la crítica a la propiedad privada y la destrucción de las formas tradicionales de organización social.
El FSM alega que no se constituye en instancia de poder, ni acepta representaciones partidarias (2); pero mientras se realizaba el primer Foro Social Mundial, también se efectuó el 1er. Foro Parlamentario Mundial, con la presencia de 400 legisladores izquierdistas provenientes de 30 países, que anunciaron la constitución de una red internacional para asegurar que las propuestas emanadas del FSM tengan «una verdadera traducción legislativa» (3).
Y aunque el Foro Social Mundial asegure que no busca el poder, en la práctica le abre el camino a los partidos socialistas y comunistas. Esta acción opera en tres niveles: en lo filosófico, promueve una cosmovisión materialista del hombre y de la historia, derivada del marxismo. En cuanto a lo político, lleva a cabo una intensa actividad propagandística, con el fin de atacar y desprestigiar a sus adversarios. Y, en cuanto a la “guerra psicológica”, realiza protestas callejeras de gran virulencia, con el objetivo de aterrorizar a cualquier sector que se le oponga.
Desde hace algunos años, cada vez que los jefes de Estado pertenecientes al G-8 (grupo de los ocho países más ricos) se reúnen en alguna ciudad, el Foro Social Mundial organiza una protesta de calle para sabotear y agredir dicha reunión. Particularmente violenta fue la manifestación realizada en julio de 2001 en Génova, Italia, que culminó con acciones vandálicas, decenas de heridos y un muerto.
Últimamente, ya no sólo protestan contra el G-8, sino contra cualquier reunión donde estén presentes sus adversarios. En noviembre de 2005, sectores pertenecientes al FSM, liderados por Hugo Chávez, organizaron en Mar del Plata, Argentina, una “cumbre paralela” a la IV Cumbre de las Américas, en donde participaba el presidente de los Estados Unidos, George Bush. Allí hubo manifestaciones violentas que degeneraron en vandalismo, saqueos e incendios.
El Foro Social Mundial promueve la confrontación y la anarquía. Tal como lo expresa un editorial de la revista Cristiandad, fechado el 19 de febrero de 2002, El Foro Social Mundial “ha logrado tejer una portentosa red de organizaciones y activistas presentes en los 5 continentes, complementándose unas con otras y uniendo fuerzas que hasta ahora no parecían conectadas entre sí. La única variante con las formas anteriores en que las izquierdas se presentaban es el agregado anárquico y caótico. Esta nueva izquierda lleva la bandera de la rebelión agresiva; pretende acabar con toda autoridad, jerarquía, orden o moral; pretende arrasar con todo, para fundar una sociedad igualitaria, anárquica, al estilo de las tribus más atrasadas” (4).
El editorial concluye diciendo que “se trata del viejo sofisma de la moneda de las dos caras”; frente a los errores del capitalismo, presenta como alternativa los errores del socialismo, “excluyendo una tercera posibilidad”, como es por ejemplo un capitalismo sano, basado en la producción, en el desarrollo científico y en la justicia social.
Teología de la Liberación
Es sorprendente que, a pocos años del estrepitoso fracaso del comunismo en el Bloque Soviético, el socialismo haya cobrado tanta fuerza, como se manifiesta en el auge del Foro de Sao Paulo y el Foro Social Mundial. Esto se debe, entre otros motivos, al respaldo que le ha dado la teología de la liberación.
Uno de los principales promotores del Foro Social Mundial es Francisco “Chico” Whitaker, director de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos del Brasil. Otra de sus figuras es el religioso dominico Frei Betto, consejero de Fidel Castro, autor del libro «Fidel y la Religión» y durante muchos años director de la revista América Libre, órgano de divulgación del Foro de Sao Paulo.
En enero de 2005, dentro del contexto del V Foro Social Mundial, se realizó en Porto Alegre, el primer Foro Mundial de Teología y Liberación (FMTL), con la participación de 175 teólogos provenientes de los cinco continentes. Allí jugó un rol protagónico el teólogo de la liberación brasileño, Leonardo Boff, miembro del Consejo Editorial de la revista América Libre.
Resulta absurdo que la Iglesia Católica, una de las instituciones que más ha combatido el marxismo, esté siendo utilizada para darle un barniz de espiritualidad al Foro Social Mundial, lo cual le sirve para reclutar anualmente a millares de jóvenes incautos. Hay que aclarar, sin embargo, que no se trata de la institución en sí, sino de una corriente que la ha infiltrado y que utiliza el nombre de la Iglesia para promover su propio proyecto político.
El 6 de agosto de 1984, el Vaticano condenó duramente la teología de la liberación a través de un documento elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida entonces por el Cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI.
El documento, titulado Libertatis Nuntius (Instrucción sobre algunos aspectos de la Teología de la liberación), tiene por objetivo “atraer la atención de los pastores, de los teólogos y de todos los fieles sobre las desviaciones y los riesgos de desviación, ruinosos para la fe y para la vida cristiana, que implican ciertas formas de la teología de la liberación, que recurren de modo insuficientemente crítico a conceptos tomados de diversas corrientes del pensamiento marxista” (5).
Más adelante advierte: “Recordemos que el ateísmo y la negación de la persona humana, de su libertad y de sus derechos, están en el centro de la concepción marxista”. La teología de la liberación “conduce a una amalgama ruinosa entre el pobre de la Escritura y el combate proletario de Marx. Por ello el sentido cristiano del pobre se pervierte y el combate por los derechos de los pobres se transforma en combate de clase en la perspectiva ideológica de la lucha de clases” (6).
En efecto, como explica el editorial de la revista Cristiandad, el Foro Social Mundial ha llevado el concepto marxista de lucha de clases a escala planetaria: ya no abarca solamente la lucha entre patronos y obreros, sino “países ricos contra países pobres, bloques económicos contra otros, continentes productores contra continentes consumidores, mundos pauperizados contra mundos desarrollados… o saliendo de la economía, hijos contra padres, alumnos contra profesores, campesinos contra propietarios, feministas contra la familia, inmorales de todo tipo contra gente honesta, drogadictos contra sensatos, ecologistas radicales contra el sistema occidental, indigenistas contra civilizados, laicos contra religiosos, el pueblo contra la jerarquía eclesiástica, clientes contra empresas, ciudadanos contra Estados, etcétera” (7).
El materialismo socialista que promueve el FSM, ha encontrado en el Occidente un terreno fértil para expandirse, puesto que el hemisferio se ha debilitado víctima de otro tipo de materialismo, basado en el individualismo y el hedonismo, tema que analizaremos más adelante.
Notas
1 Foro Social Mundial. “Carta de Principios del Foro Social Mundial”, Articulo 1. 9 de abril de 2001. Disponible en www.forumsocialmundial.org.br . [24, marzo, 2006].
2 Foro Social Mundial. “Carta de Principios del Foro Social Mundial”, Articulo 8. 9 de abril de 2001. Disponible en www.forumsocialmundial.org.br . [24, marzo, 2006].
3 Guimaraens, G. (2001, febrero, 21). “Foro Social Mundial: laboratorio de la subversión”. Diario Las Américas. Miami. Disponible en http://www.cubdest.org/0206/gfsm.html. [2006, marzo, 29].
4 “Con el pretexto antiglobalización, el anarcosocialismo que hoy renace”. (2002, febrero, 19). Cristiandad. Buenos Aires. Disponible en http://www.cubdest.org/0206/cfsmcrist.html. [2006, marzo, 29].
5 Congregación para la Doctrina de la Fe. “Libertatis Nuntius, Instrucción sobre algunos aspectos de la Teología de la liberación”. 6,agosto,1984. Disponible en http://www.corazones.org/doc/libertatis_nuntius.htm. [24, marzo, 2006].
6 Congregación para la Doctrina de la Fe. “Libertatis Nuntius, Instrucción sobre algunos aspectos de la ‘Teología de la liberación”. 6, agosto,1984. Disponible en http://www.corazones.org/doc/libertatis_nuntius.htm. [24, marzo, 2006].
7 “Con el pretexto antiglobalización, el anarcosocialismo que hoy renace”. (2002, febrero, 19). Cristiandad. Buenos Aires. Disponible en http://www.cubdest.org/0206/cfsmcrist.html. [2006, marzo, 29].