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Honduras no está sola

29 julio 2009

Por: Luis Semprum

Marcha en Honduras

Marcha en Honduras

Cualquier venezolano que siga con conciencia, sentido de Naciòn y de Estado, lo que ha venido pasando en Venezuela desde el 23 de Enero de 1958; hasta la fecha, conoce y sabe muy bien que desde  Enero de 1958 la intención fue diseñar y montar un Estado de Derecho que garantizara la justicia y la verdad. Dos parametros enfocaron la gestión del gobierno surgido desde entonces: El criterio político y el criterio jurídico: El primero se enfocó en dar una base política de honestidad para así poder convocar a un país a un proceso de elecciones limpias y honestas en el corto plazo, lo que se logró en el trancurso de un (1) año hasta el punto que quien ganó las elecciones no fué siquiera el favorito sentimental del momento.  Por la parte jurídica, se logró crear una serie de instrumentos y procedimientos jurídicos, que sin que violaran el deseo de cambio político que aspiraba una Nación, estos intrumentos sirvieran de base para apoyar la transformación política, pero que nunca el aspecto político  se fuera por  sobre los derechos ciudadadanos. Eso se logró, y funcionó; hasta que las organizaciones políticas, y quienes las dirigieron en muchos años anteriores a Chavez deformaran el sentido y orietación para los cuales se redimensionaran por parte de quienes se llamaron los «Padres de la Democracia. Esto último trajo como consecuencia que gran parte de una ciudadanía, obstinada de una manipulación de intereses de políticos y de pseudoempresarios, orientará sus preferencia políticas en las elecciones de 1998 hacia quien luego se convertiría en el verdugo del Estado de Derecho por el cual tanto se luchó en 1958. El gobierno provisional de 1958 cumplió su cometido en darle al país una organización según la cual la ley es fundamento de todo derecho positivo, tanto para gobernantes como gobernados. Eso era lo que esperaba todo un pueblo cuando en forma mayoritaria  en 1998 votó por Chavez, y nunca esperó que fuera traicionado.

El Estado democrático derecho que se instituyó en Venezuela en 1958 buscaba que en ningun momento; ningún ideal, por noble y elevado que fuese,  pudiese autorizar al regente de turno para desviarse de la legalidad, ni que fuera permitido que ciudadano alguno pretendiese lograr ventajas de cualqiera indole que contravinieran las normas del derecho vigentes
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El Estado democrático de derecho significa, o se interpreta, como una organización social dentro de la cual la confianza y seguridad públicas estan perfectamente basadas en las instituciones, y es por ello que dentro de este estado de derecho  la figura de la persona se desvanece y el gobernante es sólo un custodio del celoso cumplimiento de la ley. De aquí el dicho: Pasan los hombres y las instituciones permanecen incólumes. En esto último radica la diferencia entre un sistema personalista de otro institucional.

Honduras, o mejor dicho sus instituciones y su pueblo, dandole una lección al mundo democrático del siglo xxi ,no creyó en parentesis de libertad con Zelaya, y no ha creido en los actos de este Magistrado de excepción, quien a través del zarpazo inesperado y retrogrado pretendió vulnerar el destino de todo un pueblo. Destituyendolo, busca mantener y consolidar sus instituciones políticas y jurídicas. Honduras, con la destitución de Zelaya, demuestra lo que significa para un pueblo la práctica fortificante del ejercicio habitual de sus derechos y no se ha dejado arrebatar el bien supremo de la libertad, que al contrario de Venezuela no ha sabido  afirmar diariamente su derecho tal como buscara en 1958.

Honduras debe mantener su posicion en defensa de su sistema democrático; y en forma monolítica, hombres y mujeres, jovenes, niños, viejos, militares y civiles, profesionales, industriales, obreros, comerciantes, clérigos y seglares deben mantenerse en defensa del régimen democrático que intentó vulnerar Zelaya y asi no permitir, que al igual que en Venezuela, y usando el modelo castro-comunista, reaparezca el terror, los atentados contra la dignidad humana, el manejo fraudulento de los negocios públicos y la violación persistente de los derechos políticos y ciudadanos.

Honduras, la Honduras de la libertad de hoy, independientemente de los ingentes ataques de que es objeto por parte de los gobiernos perversos que se enseñorean en america latina, y de aquellos que por confusión y/o por interes se unen a la comparsa de los anteriores, debe mantenerse incolume en la defensa de su estado de derecho que tras tantos años de lucha ha venido conquistando.

Honduras no está sola y bajo esta consigna debieramos a empezar a agruparnos todos los pueblos y hombres de buena voluntad e iniciar un gran movimiento a nivel latinoamericano y mundial para preservar y reconquistar la etena busqueda del hombre por un mejor destino.