Chávez debe irse
Por: Alejandro Peña Esclusa
Durante las próximas semanas y meses, la economía venezolana será duramente golpeada por el efecto combinado de la crisis financiera mundial y el colapso de los precios del petróleo.
Chávez querrá hacernos pagar a todos el precio de la crisis, ya sea devaluando el bolívar, o aumentando impuestos, o expropiando empresas, o nacionalizando activos, como lo hizo Cristina Kirchner en Argentina con los fondos de jubilación… o quizá todo lo anterior.
Pero Chávez no tiene ningún derecho a exigir sacrificios o a imponer cargas, porque durante su gobierno ha recibido los ingresos más altos de la historia de Venezuela; y en lugar de invertirlos en el desarrollo nacional, se ha dedicado a desmantelar el sector productivo, convirtiéndonos en un país netamente importador y, por tanto, muy vulnerable a los vendavales de la crisis.
Durante los últimos diez años, han ingresado más de 700 mil millones de dólares en las arcas del Estado, pero Chávez los ha dilapidado miserablemente, regalando petróleo a Fidel Castro, financiando las campañas electorales de sus aliados políticos, comprando bonos de la deuda argentina, y adquiriendo un impresionante arsenal bélico, cuyo principal objetivo es reprimir nuestro propio pueblo. ¿Con qué autoridad nos va a exigir ahora que nos sacrifiquemos por él?
En la terrible crisis que se avecina, Venezuela necesita un equipo de gerentes de primera categoría, que se dedique a reconstruir los tejidos económicos y sociales del país, destruidos irresponsablemente por Chávez, y a convocar a todas las fuerzas productivas de la nación. Un equipo que ponga de lado sus propias tendencias ideológicas, y que se aboque única y exclusivamente a sacar a Venezuela adelante, algo que Chávez es incapaz de hacer.
Si Chávez pide sacrificios, él debe hacerlo primero, abandonando la Presidencia, y admitiendo que su gestión ha sido un fracaso. Pero, puesto que difícilmente lo haga por iniciativa propia, todos los venezolanos deben retomar la consigna que se hizo famosa en el año 2001: “Chávez ¡Vete ya!”.