El atunazo ocurre todos los días
Alejandro Peña Esclusa*
Causa tristeza ver a los funcionarios del Régimen rasgarse las vestiduras por el atún enviado al Perú, etiquetado con propaganda política; porque todos los días y en todas partes, se aprovechan de las necesidades del pueblo para hacer proselitismo.
Mercal es un programa de alimentos subsidiados, pero acompañado de propaganda abierta y descarada a favor de Chávez.
La Misión Barrio Adentro promete dudosa salud, pero sus módulos están atendidos por médicos cubanos que hacen proselitismo y sus paredes empapeladas con afiches de Chávez, Fidel Castro y el Che Guevara.
Las instituciones del Estado proporcionan empleo, pero sólo a aquellos que usen franela y boina rojas. Quienes aparezcan en la “lista Tascón” se les niega el trabajo y los beneficios que corresponden a todos los venezolanos.
La Misión Milagro realiza cirugía de los ojos, pero condicionado a viajar a Cuba, para hacer proselitismo sobre las supuestas bondades del castro-comunismo.
Pdvsa envía combustible subsidiado a San Salvador, Managua, Londres, el Bronx, y otras ciudades, pero a cambio de propaganda y de respaldo político.
Piqueteros, Madres de la Plaza de Mayo, grupos pro-Alba, y un largo etcétera, reciben apoyo del régimen venezolano, pero únicamente por ser afines al proyecto chavista.
Entonces ¿Qué de extraño tiene el atún distribuido en Ica?
Y en cuanto a aprovecharse de la tragedia humana, no hay que remontarse hasta el Perú; basta recordar el deslave de 1999. En lugar de desalojar a los habitantes del Estado Vargas, Chávez los mandó a votar por su Constitución, condenándolos a una muerte segura.
Como puede verse, el régimen venezolano no se conmueve por el sufrimiento humano, ni le interesa el bienestar de los pobres; sino que los manipula y se aprovecha de sus necesidades para beneficiarse políticamente.
(*) Presidente de Fuerza Solidaria (www.fuerzasolidaria.org)