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La SIP pondrá bajo la lupa a los gobiernos aliados de Chávez

27 marzo 2008

Publicado en: El Diario de Hoy

El Diario de Hoy/Agencias
Jueves, 27 de Marzo de 2008

Los directivos de la SIP tomarán el pulso a la situación de la libertad de información en Cuba, Bolivia y Venezuela.

Los directivos de la SIP tomarán el pulso a la situación de la libertad de información en Cuba, Bolivia y Venezuela.

Los países con gobiernos de izquierda estarán bajo la vigilancia de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) por la escasez de libertad de expresión que mantienen, según las denuncias.

Cuba, Venezuela y Bolivia serán los casos que analizará especialmente la SIP en un clima tenso que tendrá, como contraparte, la reunión de medios que ha convocado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Lo de tener dos reuniones a la vez es un pulso de poder. Porque mientras la SIP hurgará en las acciones de Chávez y su constante acoso a los medios que no siguen su ideología, el gobernante venezolano arremeterá contra lo que él llama «terrorismo mediático».

Este término, reciente adquisición en el vocabulario del venezolano, no ha salido de la manga de la camisa. Es parte de una estrategia para unificar a los medios y periodistas con tendencias ideológicas similares a las del venezolano e intentar opacar los predecibles informes de la SIP, donde Chávez y sus aliados no salen bien parados.

Sin embargo, al mismo tiempo, lo del «terrorismo mediático» ha despertado críticas de reconocidos analistas salvadoreños y venezolanos, mientras consideran que la reunión SIP enviará un mensaje de respaldo y pondrá en relieve la situación que vive ese país en materia de libertad de información.

«Para nosotros reviste gran importancia (la reunión de la SIP) porque necesitamos que en una situación como la nuestra, que es una dictadura disfrazada de democracia, los ojos de la comunidad internacional puedan ver el sometimiento de los venezolanos», sostiene el analista Alejandro Peña Esclusa, opositor del gobierno de Hugo Chávez.

La visión de Peña Esclusa también coincide con la del ex diputado salvadoreño Kirio Waldo Salgado, para quien la reunión de la SIP permitirá que se conozca que «la prensa venezolana ha sido agredida constantemente por Chávez».

Para Milos Alcalay, ex embajador venezolano ante la Organización de las Naciones Unidas, el foro de la SIP servirá para marcar «un diálogo» necesario.

Anticumbre

El foro paralelo al que Chávez asistiría hoy, y que durará hasta el domingo –al igual que la reunión de la SIP– no es casualidad. La SIP y el gobernante venezolano tuvieron roces en el encuentro del año pasado por la decisión del mandatario de no renovar la concesión a la empresa televisiva Radio Caracas Televisión (RCTV).

El desarrollo de esta «anticumbre», de acuerdo con los analistas, tiene dos lecturas: es antidemocrática y acuña el término «terrorismo», hecho que consideran peligroso.

Los analistas opinan que el grupo afín a Chávez busca, con la reunión, «hostigar» el encuentro de la SIP. Asimismo, creen que existe una violación a la libertad de expresión con el hecho de tratar de opacar la reunión del gremio de editores y dueños de medios de Latinoamérica.

Para Peña Esclusa, el gobierno de Chávez ha intentado sabotear «por todos los medios» el desarrollo de la asamblea de la SIP. Incluso, cree que los organizadores «están corriendo un riesgo de venir aquí, porque el gobierno (de Chávez) ha demostrado su vocación violenta».

Milos Alcalay, entretanto, es de la idea de que Chávez quiere imponer su autoritarismo. «Eso muestra una mentalidad autoritaria… (Chávez) ha aplastado a los partidos, a los sindicatos, a la iglesia y ahora lo quiere hacer a nivel internacional. Es una visión totalitaria a nivel hemisférico», aseveró el ex diplomático.

Salgado, por su parte, cree que la actitud de Chávez al abanderar una reunión paralela es «un desaire a la prensa mundial, a la prensa libre del mundo», y agrega que «es totalmente antidemocrático y muy peligroso».

No obstante, el mandatario ha expresado que habrá una «contradicción» de la SIP al intentar criticar a Venezuela mientras desarrolla su reunión en dicho país.

No obstante, la directiva de la SIP ha invitado al presidente Chávez y a su ministro de Información, Andrés Izarra, al acto inaugural de hoy y esperan tener «alguna presencia» del Ejecutivo venezolano en el evento, según informó a la agencia EFE el director Ejecutivo de la SIP, Julio Muñoz.

Peña Esclusa añade que los venezolanos «estamos acostumbrados a todo tipo de anticumbres». Y advierte que, si no es utilizando «paramilitares», Chávez utiliza la estrategia de las «contracumbres» para agredir a los opositores.

Para Alcalay, Chávez debería asistir a la reunión de la SIP. «Esto es destrozar la libertad de expresión de una institución democrática como la SIP», advierte.

Además de las intenciones de Chávez, los analistas critican el nuevo término del vocabulario de Chávez: «terrorismo mediático».

El periodista y analista Paolo Lüers, así como Alcalay, creen que no se puede utilizar la palabra terrorismo tan a la ligera.

«No tengo claro cómo lo pueden sostener (el término) porque podría entender como terrorismo mediático que una actividad mediática que apoye a una organización terrorista», señala Lüers.

Alcalay sostiene que Chávez está «banalizando» el término terrorismo, ya que dicho vocablo ha estado en el centro de la condena de la comunidad internacional.

» Terrorismo es lo que han hecho las FARC, el Hezbolá o grupos que tienen armas para destruir un sistema. Banalizar el término de terrorismo para implementar el de terrorismo mediático, además de torpeza es algo que no tiene sentido», dijo Alcalay.

Lüers considera que, el único sentido de este término sería «un sinónimo» para denominar a algún tipo de prensa como adversario hacia otros gobiernos, con tal de deteriorarlos con ese nombre, «pero esto abre avenidas muy feas y peligrosas».

Kirio Waldo Salgado advierte que la intención de Chávez al convocar a periodistas afines a su gobierno es desestabilizar.

«Eso siempre fue una usanza normal en los países comunistas, y ha quedado como resabio en la mente y el corazón de los desestabilizadores. No se puede esperar otra cosa de Hugo Chávez». señaló el analista.

Al decir de Salgado, el término «terrorismo mediático» es «una admonición comunista que se endosa cuando se quiere ofender la democracia».

El encuentro contra «el terrorismo mediático» comenzó hoy en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallego (Celarg), a unos 150 metros del hotel que será sede de la reunión de la SIP, y culminará el próximo domingo, día en que el se sabrá si el pulso entre Chávez y la SIP baja de temperatura o se incrementa.

http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=6351&idArt=2218310