Chávez ofrece una carnada a los salvadoreños
http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6350&idArt=1738891
El Diario de Hoy – El Salvador – 2 de Octubre de 2007
por Alejandro Peña Esclusa*
Dado que el castro-comunismo no ha podido alcanzar la Presidencia de El Salvador por vías electorales, la Comisión Política del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), decidió el 26 de septiembre pasado intentar una nueva estrategia para llegar al poder: engatusar a los salvadoreños.
La estrategia consiste en proponer al electorado un candidato «potable», es decir, con apariencia moderada y democrática, y luego utilizarlo como caballo de Troya para introducir –desde la Presidencia– cambios permanentes en la estructura del Estado, y así hacer de El Salvador un Estado socialista; mejor dicho, comunista.
Los cambios se introducirán a través de una Asamblea Constituyente, que no sólo modifica la Constitución –para hacerla socialista–, sino que le entrega al Ejecutivo (o sea, al FMLN) el control de todos los poderes públicos, tal como se hizo en Venezuela, y se pretende hacer en Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
El candidato en cuestión, Mauricio Funes, es un conocido periodista y presentador de televisión, lo cual le facilita al FMLN la labor propagandística; aunque, para mantener a Funes bajo control, se escogió como compañero de fórmula al ex comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén.
La dupleta del FMLN cuenta con el apoyo político y financiero de Hugo Chávez, quien será el beneficiario final del engaño. Después de todo, el FMLN nunca ha sido un movimiento que representa el interés de los salvadoreños, sino que ha estado subordinado primero a Fidel Castro y ahora a Chávez.
Si Funes no gana las elecciones, el «Plan B» del Frente Farabundo Martí consiste en desconocer los resultados, como lo hizo su aliado mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y desestabilizar al gobierno, incluso con el uso de las armas.
Puede que algunos consideren a Funes carismático, pero su condición personal es irrelevante; será un simple rehén del FMLN y de Chávez. Al pactar con intereses tan poderosos como los del castro-comunismo, Funes decidió hipotecar su voluntad. Para comprobarlo, basta observar el comportamiento de Evo Morales y de Rafael Correa.
*Analista venezolano.