Tras bastidores del Foro de Sao Paulo
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El Diario de Hoy, El Salvador – 6 de Enero de 2007
Historia. Desde su fundación, el organismo de izquierda ha impulsado a sus aliados en el campo electoral El 11 de enero se iniciará el encuentro en el país.

Estrategia Las izquierdas del continente aprovechan las reuniones del foro para apoyar a los partidos que se están preparando para comicios en su país. Fotos EDH / archivo
Nació hace 17 años y no precisamente para celebrar el esplendor de sus aliados. La caída del muro de Berlín, en 1989, derrotó al modelo de la izquierda radical y la orfandad que sobrevino obligó a sus adeptos a buscar un nuevo refugio para sus ideas.
Aprovechando la fortaleza del Congreso brasileño y el apadrinamiento de Fidel Castro, las izquierdas que hasta ahora buscan llegar al poder incluso por la vía armada y pisoteando la democracia, hallaron un nuevo espacio dónde reclinar su cabeza: el Foro de Sao Paulo.
Analizar la crisis del socialismo de entonces sirvió como telón para la primera sesión de 1990 en la ciudad brasileña que donó su nombre a la causa. Pero lo cierto es que a lo largo de su historia, el Foro de Sao Paulo se ha dedicado, entre otras cosas, a dar un espaldarazo previo a los actuales gobiernos de izquierda que han llegado al poder.
Pese a que se pregona la libertad de los pueblos como fin último, el entusiasmo y el estallido de sus miembros cuando hay triunfos de izquierda en el continente hacen pensar que el objetivo en común es la toma de poder en Iberoamérica.
Eso sí, los temas de sus reuniones se han mantenido lineales en el tiempo, al menos es lo demuestran las declaraciones posteriores a los encuentros pasados.
De ahí que los temas que han girado el curso en los encuentros han sido los que van de la mano con hechos de carácter global sucedidos durante la existencia del Foro, como por ejemplo el ataque a las torres gemelas, la rebelión de Chiapas, la guerra en Irak, entre otros.
Pero en la agenda común no hay más discusión que la solidaridad con los pobres, la soberanía para terminar con el colonialismo, el repudio al gobierno estadounidense y el combate al neoliberalismo.
Aunque, en cada una de sus 12 ediciones, ese conciliábulo ha buscado estratégicamente su sede en cada uno de los países que estima como sus aliados.
Además, aquel primer encuentro en 1990, que reunió a 48 asociaciones entre partidos políticos y organizaciones caribeñas, sirvió también para trazar sus estrategias, mismas que ahora van diseminando por medio de los gobiernos en manos de sus representantes más radicales de la izquierda en Sudamérica y el Caribe.
Varias de estas estrategias se materializan en rechazos a proyectos como el Plan Puebla Panamá (PPP) y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Pero, a juicio de sus mismos integrantes, el Foro de Sao Paulo sirvió para otra causa: «En el foro se definieron las bases de un nuevo concepto de unidad e integración latinoamericanista y caribeño para reafirmar nuestra soberanía, independencia y recuperar nuestra identidad cultural e histórica», reza una declaración emitida por ese organismo.
Conformado por partidos de izquierda del continente que cuentan con la venia de Fidel Castro y sus allegados, el Foro de Sao Paulo alberga, incluso, a agrupaciones como las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de México; y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), de Perú.
Y, pese a ello, convive armoniosamente con izquierdas consideradas «light», tales como los gobiernos de Chile y Argentina.
Carta electoral
Pero no todo es rechazo y combate, también hay fraternidad y amistad cuando impulsar de forma electoral a sus socios es la meta.
Después de salir a flote de una crisis que socavó la salud del socialismo, sus adeptos, envalentonados con los triunfos de otros socios, engavetaron sus discursos sobre el papel desfavorable de la izquierda y los cambiaron por un listado de amigos que han logrado posiciones favorables en el ámbito electoral.
Luego del último foro, celebrado en 2005 en Brasil, el organismo resalta que entre 2005 y 2006 los comicios en países como Chile, Colombia, Bolivia, Haití, Costa Rica, México, Ecuador, Perú, Nicaragua, Brasil, Venezuela e incluso El Salvador «han revelado una correlación de fuerzas de tipo electoral y política, signada por la victoria de las fuerzas progresistas de izquierda».
Doble moral
A juicio del analista venezolano Alejandro Peña Esclusa, el foro esconde dentro de sí intenciones que riñen con la transparencia que, a su juicio, pretende adoptar ese grupo de izquierdas.
Según el analista, el organismo ya no puede alegar que se trata de un foro de discusión y análisis teóricos, ya que muchos de sus miembros ejercen funciones importantes de gobierno.
«El Foro de Sao Paulo hace de la democracia un baluarte, pero a la vez defiende la revolución comunista cubana… que ha asesinado y encarcelado a decenas de miles de opositores», sostiene el venezolano.
Asimismo, añade que el foro se opone abiertamente al terrorismo y la violencia, pero dentro de sus filas considera que existen grupos guerrilleros como las FARC y el EZLN.
«El Foro de Sao Paulo rechaza la corrupción, pero cuando sus miembros llegan al poder no la combaten, sino que la acrecientan, como ocurre en Brasil, con Lula da Silva; y en Venezuela, con Hugo Chávez», advierte Peña Esclusa.