Chávez remata el país para salvarse
Por Alejandro Peña Esclusa
24 de julio de 2008
El computador de Raúl Reyes –incautado el 1 de marzo pasado durante la Operación Fénix– marcó el fin del gobierno de Chávez. Evidentemente, un hombre tan estrechamente vinculado al narcoterrorismo colombiano no puede seguir ejerciendo la Presidencia.
Chávez lo sabe y se siente acorralado. Por eso, se comporta como el mayordomo corrupto de la Biblia, quien –al verse descubierto– buscó a todos los deudores de su amo, rematando la deuda a la mitad de su valor, a fin de salvar el pellejo (Lucas16: 1-8 ).
En efecto, Chávez está pidiendo perdón a quienes ha ofendido –Uribe, el Rey Juan Carlos, el gobierno norteamericano– y está regalando dinero a manos llenas, con tal de que olviden sus nexos con las FARC. Los escandalosos ofrecimientos a Rusia muestran su desesperación.
El problema es que el dinero no es suyo, sino de todos los venezolanos. Cuando nos demos cuenta, Venezuela estará quebrada e irremediablemente endeudada, a pesar de haber recibido los ingresos más altos en la historia de nuestra nación.
Para impedir esta tragedia, es necesario constituir una gran alianza nacional, que represente a todos los sectores del país, cuyo objetivo sea lograr un cambio de gobierno este mismo año.
Teóricamente, el gobierno de Chávez debe durar hasta el año 2012; sin embargo, eso es una quimera. El Régimen caerá mucho antes –producto de su propia incompetencia– en medio de una gran anarquía, que devorará buena parte del país. Por eso, es preferible adelantarse a los acontecimientos, buscando una salida razonable y consensuada, que evite males mayores a los venezolanos.
El tiempo se agota. Espero que la campaña electoral no impida a los dirigentes darse cuenta de la realidad.