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Alí Rodríguez miente. La crisis será brutal.

6 octubre 2008

Por: Alejandro Peña Esclusa

Entrevistado el 5 de octubre por José Vicente Rangel, el Ministro de Finanzas de Venezuela, Alí Rodríguez Araque, aseguró que la crisis financiera de los Estados Unidos tendrá poco impacto en Latinoamérica, gracias a que los “nuevos liderazgos” de la región han generado “políticas de protección económica” eficientes como la creación del Banco del Sur.

Cuando Rodríguez habla de los “nuevos liderazgos”, se refiere, por supuesto, a Hugo Chávez, Lula da Silva, Tabaré Vásquez, Cristina Kirchner, Michelle Bachelet, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega. Es decir, se refiere a los miembros del Foro de Sao Paulo, organización a la cual Alí Rodríguez pertenece desde el mismo día de su fundación.

Rodríguez sabe perfectamente que el colapso financiero que se avecina será gigantesco y que sí tendrá efecto devastador en Latinoamérica, puesto que los documentos del Foro de Sao Paulo así lo vienen advirtiendo desde hace años. También sabe que “las políticas de protección económica” que han implementado Chávez y sus aliados no existen, y que –por el contrario– han acabado con las pocas posibilidades que teníamos para enfrentar la crisis.

Basta repasar la crisis de los años 30, para darse cuenta que, cuando se derrumban los mercados financieros, lo único que queda en pie es la producción real de bienes. Cuando estallan las crisis bancarias, la única política sana consiste en auspiciar al máximo la producción, particularmente las obras de infraestructura y los bienes de capital, que son los grandes multiplicadores de la economía.

Pues bien, durante esta década perdida, los “nuevos liderazgos” no han hecho otra cosa que combatir contra los productores. Kirchner contra los agricultores y ganaderos; Evo Morales contra los industriales de Santa Cruz; Correa contra todo lo que suene a capitalismo; y así sucesivamente. Chávez, el más patético de todos, ha tenido como su meta principal destruir al empresariado venezolano, ya sea cerrando, expropiando, confiscando, invadiendo, o persiguiendo todo tipo de empresas, sobre todo los más productivas. Por si fuera poco, Chávez ha acabado con nuestra industria petrolera y se ha enemistado con nuestros más importantes socios comerciales. ¡Vaya política de protección económica ésa!

Mientras estos “nuevos liderazgos” perdían su tiempo escribiendo nuevas constituciones, expulsando embajadores norteamericanos, organizando anti cumbres, criticando a Uribe y apoyando a las FARC, el tsunami financiero avanzaba inexorablemente hacia ellos, con su pleno conocimiento.

Que no quepa la menor duda: la crisis financiera viene y sus efectos en Latinoamérica serán brutales. El primer paso para enfrentarla consiste en cambiar estos “nuevos liderazgos” y poner a otros que tengan por prioridad fortalecer la producción.