La enmienda debe pararse ahora
Por: Alejandro Peña Esclusa
La enmienda constitucional que propone Chávez no es una simple consulta electoral más, es una bofetada y una burla a todos los venezolanos, que ya la rechazaron el 2 de diciembre de 2007. Es un golpe de Estado, porque la Constitución prohíbe hacer la misma consulta de nuevo. Es una demostración de que, mientras Chávez siga en la Presidencia, jamás estaremos tranquilos; porque no importa qué opinen los venezolanos, él buscará la manera de imponer su voluntad.
Por eso, resulta inapropiado e insuficiente aceptar que la consulta se realice. La reacción de la sociedad venezolana no puede ser simplemente votar en contra de la enmienda; debe ir más allá. Además, es claro que Chávez está tan decidido a aprobarla, que recurrirá al fraude e incluso a la violencia para imponerla. En resumen: no debemos permitir que se lleve a cabo el referendo.
Hay que plantear, desde ahora, la ilegalidad -y por tanto, la nulidad- de la propuesta de enmienda. No es posible lograr la nulidad a través del sistema judicial venezolano, o de la Asamblea Nacional, porque los poderes públicos están controlados por el oficialismo. Pero se puede lograr por medio de la resistencia pacífica generalizada.
El primer paso hacia la resistencia consiste en que todos los sectores democráticos del país nos pongamos de acuerdo en calificar la propuesta de enmienda como lo que es: un golpe de Estado. En segundo lugar, decir abiertamente que no aceptamos que se realice el referendo, alegando que ya se realizó el 2D. Y en tercer lugar, promover manifestaciones pacíficas en contra de la realización del referendo.
Me preocupa que muchos líderes políticos hayan salido a decir que aceptan el reto y que Chávez saldrá derrotado, como ocurrió en el 2007. Esta no es la misma situación. Aquí Chávez se juega el todo por el todo, y recurrirá a todos los trucos y engaños. No es justo que la oposición se juegue a Rosalinda en una noche de dados. No es correcto someter el futuro de la democracia y de la libertad a un capricho reeleccionista de Chávez. Esto hay que pararlo antes de que arranque.