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Votar contra Lula es salvar a América del castro-comunismo

14 octubre 2006

14 de octubre de 2006

Por: Alejandro Peña Esclusa
(plv@internet.ve)

Dentro de Brasil, a Lula se le conoce como un izquierdista “moderado”, salpicado por la corrupción de su partido (PT), pero con buenas intenciones; un hombre popular, carismático, que viene de abajo y que ha progresado gracias a su propio esfuerzo. Sin embargo, analizado internacionalmente, Lula tiene otra cara, grave, preocupante y muy perjudicial.

Lula es el creador –junto con Fidel Castro– del Foro de Sao Paulo, organización que agrupa a todos los movimientos de izquierda de la región y que incluye entre sus miembros a Hugo Chávez, Evo Morales, las FARC y el ELN.

Desde la Presidencia de Brasil, Lula ha apadrinado a todos sus socios del Foro de Sao Paulo. Lo hace de manera muy sutil, pero sumamente eficiente. En el caso de Chávez, es evidente que Lula lo ha salvado cada vez que ha estado en peligro, como expliqué en mi segunda carta al pueblo brasileño. Justo ahora pretende lanzar a Chávez al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Aunque quisiera, Lula no puede promover el castro-comunismo en Brasil, porque, siendo la octava economía de Occidente, las sólidas instituciones brasileñas se lo impiden. Pero en países más vulnerables, con instituciones más débiles, como Bolivia, Nicaragua y Venezuela, Lula sí puede respaldar con sus acciones y omisiones al castro-comunismo, como en efecto lo ha hecho.

El proyecto del Foro de Sao Paulo se ha expandido con enorme fuerza en los últimos meses: Chávez piensa reelegirse, cometiendo fraude; Evo Morales pretende instaurar una dictadura, usando como mecanismo la Constituyente; Rafael Correa puede ganar las elecciones en Ecuador, al igual que Daniel Ortega en Nicaragua; López Obrador y Ollanta Humala están desestabilizando México y Perú, respectivamente; Kirchner y Tabaré Vásquez han iniciado una peligrosa persecución contra sus adversarios históricos, lo cual reactiva divisiones hace tiempo superadas en Argentina y Uruguay. Todos ellos cuentan con el apoyo de Lula para alcanzar sus fines.

Votar contra Lula en las próximas elecciones no significa simplemente un cambio de gobierno –asunto que puede ser o no ser atractivo para los ciudadanos brasileños– sino un cambio de la política internacional. Sin Lula en la Presidencia de Brasil, el castro-comunismo no tendrá un padrino creíble (Chávez no tiene la credibilidad internacional de Lula), y el proyecto del Foro de Sao Paulo se vendrá abajo.

Los ciudadanos brasileños tienen en sus manos la posibilidad de neutralizar el terrible avance del castro-comunismo en la región. Votar contra Lula en las próximas elecciones, es salvar a toda América de las garras de Chávez y de Fidel Castro.